Corazón oscuro by Jasmín Martínez

Corazón oscuro by Jasmín Martínez

autor:Jasmín Martínez
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Romántico, Novela
publicado: 2019-04-24T22:00:00+00:00


CALIFORNIA

Capítulo 23

Cada vez que hacía algo como lo que le hice a Samuel, sentía que un poco de mi alma desaparecía, quedaba exhausta mentalmente y me preguntaba si al final todo valdría la pena. Mi vida era incierta y cada día se presentaba una nueva agonía; mantenía alejados casi a todos de mí para no embarrarlos con la mierda que subía poco a poco a mi alrededor, pero era difícil cuando las personas que no querías lastimar, se empeñaban en estar cerca de ti.

Íbamos rumbo a California con Elliot. Caleb y Maokko volvieron a la ciudad y esperarían allí hasta mi regreso. Sombra me llamó muchas veces, mas no le quise responder, a Darius en cambio, le contesté justo antes de subirme al avión.

—Pensé que correría la misma suerte de Sombra —inquirió cuando cogí su llamada.

—Considérate afortunado —respondí con ironía y lo escuché reír.

—Lograste tu objetivo, Bella —soltó y sabía de lo que hablaba—. Estuvimos presentes durante el mensaje que enviaste. Lucius y Derek se retorcieron más del dolor y Fantasma está como loco, tienes que tener mucho cuidado porque le presionaste mucho las bolas y se encuentra muy dolido.

—Es lo que pretendía y no te preocupes, estaré fuera de la ciudad por unos días —anuncié y suspiró —Gracias por ayudarme, Darius.

—¿Estás bien? —quiso saber y no respondí —Fue duro lo que le hiciste a Samuel, pero el hijo de puta se lo merecía — suspiré—. Te escucho agotada y eso me preocupa.

—Ya se me pasará —aseguré—. suceden muchas cosas en mi vida. Tengo muchos secretos que descubrir y todavía muchas deudas que cobrar.

—¿Puedo ayudarte?

—Ya lo haces —dije sincera y hubo silencio por unos segundos.

—¡No soy tu puta celestina! —fruncí mi entrecejo cuando escuché aquello, él no hablaba conmigo.

—¿Bella dónde estás? —Sombra había cogido el móvil y se escuchaba a Darius maldecir y discutir con él.

—Lejos de ti —respondí con voz rasposa —¿Tu novia ya está bien? —pregunté y bufó.

—Nena, es hora de irnos —avisó Elliot con los boletos en mano y asentí.

—¡Joder, no! Dime que esto es una maldita broma, Isabella —pidió Sombra, él había escuchado a Elliot.

—Es una broma —le concedí sarcástica y comenzó a maldecir.

—Todo tiene una explicación, Bella —soltó con preocupación, mas no me importó —y en su momento te la daré, pero no cometas una estupidez o te juro que lo que tú le hiciste a Samuel no se compara a la suerte que correrá ese hijo de puta si llega a tocarte —amenazó con tono frío y calculador, reí con burla al escucharlo.

—Veo que no te quedó claro mi mensaje —intuí—. Sombra, entre mis piernas se mete quién yo quiera… no quién tú decidas —espeté.

—No, bonita. Entre tus piernas me meto solo yo, porque eres mía —repuso tajante, mis ojos se desorbitaron al escuchar su forma de llamarme y el tono utilizado. No era justo que Sombra me llamara de aquella manera y lograra que mi corazón se acelerara con falsas esperanzas, cuando todo estaba muy claro —Y más te vale que te quede



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